Del capítulo 11:
El nitrógeno tiene sus historias
Sin nitrógeno no habría vida ya que es el componente esencial de las proteínas. El aire que respiramos tiene 78% de nitrógeno. Estas enormes cantidades de nitrógeno en la atmósfera tendrían que ser más que suficientes para satisfacer cualquier demanda. Sin embargo, no es así: que exista tanto nitrógeno a nuestro alrededor y que lo podamos aprovechar son dos cosas diferentes. El nitrógeno de la atmósfera es una molécula muy estable que los animales no pueden utilizar directamente. En la Naturaleza solo el rayo podía romperla. Entonces, ¿cómo existimos si no tenemos acceso al nitrógeno del aire? La respuesta es simple: no es solo el rayo; a esa molécula también la pueden romper unas bacterias del suelo, son los llamados rizobios. Estos lo extraen del aire, se lo pasan a las plantas y luego nosotros lo conseguimos comiendo vegetales.
Hay muchas historias alrededor del nitrógeno. En este capítulo aprenderemos como los científicos han estado intentando imitar a esas bacterias y cuales han sido los resultados.
«La Naturaleza es una anciana sabia y el hombre por mucho que lo intente no podrá nunca superarla».
Anónimo