Del capítulo 23:
Mi amistad con las lombrices
puentes
Este capítulo resume mi relación con las lombrices, una que viene de larga data.
Comenzó con el niño aprendiz de pescador buscando carnada. Mas tarde, en la Facultad de Agronomía aprendí la importancia que tienen las lombrices en el mantenimiento de un suelo fértil y productivo, pero no fue hasta los años 80 cuando comencé a estudiarlas en profundidad. Fue cuando cursé mis estudios de doctorado en la Texas A&M University; allí investigué el proceso de la recuperación de suelos muy degradados por la agricultura y el papel que en él cumplían las lombrices.
Durante casi un año pasé días en las calicatas (enormes hoyos para describir y muestrear suelos en profundidad, similares a tumbas). Allí las observaba y descubría nuevas galerías y cámaras, algunas abandonadas, otras habitadas. Ellas no se detenían para observarme; siempre trabajando, huían cuando las dejaba expuestas a la luz. Así se fue despertando mi curiosidad y comencé a buscar dónde podía aprender más sobre estas criaturas. Leí bastante, y lo que aprendí será para otros capítulos. Empecé por conocer a Charles Darwin.
«El mensaje no es que las lombrices vayan a heredar la Tierra, pero que todas las cosas juegan un papel en la naturaleza, aun un modesto gusano»
Gary Larson
Caricaturista y autor de libros para niños