Del capítulo 25:
La reina de los anillos
![Del capítulo 25:
La reina de los anillos](https://static.wixstatic.com/media/cf05da_ffa5767a319e460b8c1b58e225b19a8b~mv2.jpg/v1/fill/w_680,h_385,al_c,q_80,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/Image-empty-state.jpg)
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Este capitulo surgió de observar mi jardín, un coto de casa para los zorzales. Son visitantes frecuentes buscando lombrices, sobre todo después de una lluvia. Despiertan temprano, con las primeras luces, son los primeros en cantar en la mañana. Más tarde los veo recorriendo con saltitos el césped, a veces con cortas carreras, inclinando sus cabezas, escudriñando el suelo.
De repente alcanzan a ver una. La lombriz detecta el peligro y se introduce velozmente en su cueva, pero no lo suficientemente rápido como para ponerse a salvo. Su cola queda expuesta, el zorzal la captura con su pico y comienza a tironear. El cuerpo de la lombriz se estira hasta que parte de su cuerpo se desprende.
La lombriz, sin embargo, se salva porque es un anélido. Así denominan los científicos a unos animales con un cuerpo tubular formado por una serie de anillos, todos similares. Contienen casi lo mismo; cada uno tiene su propio juego de órganos (digestivo, nervioso, músculos, etc.). La ventaja de ser un anélido radica en que, si se pierden unos anillos, quedan otros para seguir funcionando. La lombriz sobrevivirá al ataque del zorzal, pero además, podrá reponer los anillos perdidos.
«Cuando sale la lombriz de su agujero, agua cercana tenemos»
Refrán meteorológico de origen español