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Del capítulo 4:
¿Aliadas o asesinas seriales?

Del capítulo 4: 
¿Aliadas o asesinas seriales?

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Hay unas bacterias que merecen un capitulo aparte. Son las cianobacterias. Se las culpa de muchos males: que contaminan las aguas, que nos envenenan con sus toxinas, y ¡hasta que son las responsables de la extinción de los dinosaurios! Es cierto que generaron una gran extinción global, pero una que nos resultó muy benéfica. ¡Nos regalaron el oxigeno! Fueron las inventoras de la fotosíntesis, proceso por el cual generan sus propios alimentos pero que además libera oxígeno a la atmosfera.

Nuestra atmósfera primitiva carecía de oxígeno. Pero miles de millones de diminutas cianobacterias fotosintetizando por miles de millones de años fueron capaces, con esa liberación de oxígeno, de cambiar la composición de la atmósfera. Gracias a estas criaturas supuestamente asesinas hoy podemos respirar este aire que llamamos puro.

Lo de las toxinas es cierto; pueden afectar la salud e inclusive matar. La culpa, sin embargo, no es de estas criaturas sino de los que le suministramos los alimentos para que se multipliquen, principalmente fósforo de residuos domiciliarios e industriales y fertilizantes químicos mal utilizados en la agricultura. Como se dice comúnmente: «la culpa no es del chancho sino del que le da de comer».


«…En esos casos, las algas empiezan a multiplicarse de forma exponencial. Tanto, que son capaces de acabar con la vida de todo cuanto les rodea: peces, medusas, dinosaurios... e incluso seres humanos»
José Manuel Nieves
Periodista español
(… y exagerando un poco)

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