Del capítulo 6:
Microbios picapiedras
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Este capitulo nos devela un misterio: como se originaron los suelos. El suelo es la piel que recubre el planeta, una delgada capa de no más de uno o dos metros de espesor, a veces solo unos pocos centímetros. Puede parecer insignificante, pero ejerce una enorme influencia en todo lo que acontece en nuestra Tierra. El suelo es mucho más que el lugar donde crecen las plantas. Lo que pisamos, aramos, fumigamos, asfaltamos o urbanizamos es el lugar que mantiene la vida en el planeta, una realidad que, por desgracia, frecuentemente olvidamos. Sin suelo no hay vida, sin vida no hay suelo.
Es difícil imaginar cómo de una roca, aparentemente indestructible, puede surgir un suelo profundo y fértil. Todo es cuestión de tiempo que, como alguien dijo, es devorador y consumidor de todas las cosas; en este caso les tocó a las rocas. Y cuando hablamos de tiempo estamos hablando de millones de años.
El proceso de formación de un suelo es muy lento. En cambio, el inverso, su destrucción, es mucho más rápido. Si no cuidamos el suelo se pierde todo el trabajo que a los «microbios picapiedras» les llevó cientos de años. El resultado final puede llevar al abandono de las tierras por improductivas.
«El papel que desempeña lo infinitamente pequeño en la naturaleza es infinitamente enorme»
Louis Pasteur