Del Prólogo:
El llamado de la Tierra
Puentes
No me equivoco si digo que este libro comenzó hace más de sesenta años cuando un niño de once, criado en el campo, le mostró a su maestra un dibujo donde imaginaba lo que vería si pudiera achicarse y confundirse entre los «bichos del suelo». Lo encontré en una caja donde mi madre guardaba recuerdos de la niñez de sus hijos. Estaba en una carpeta con mis trabajos cuando cursaba el quinto año de primaria.
Pienso que a esa edad ya mostraba una atracción temprana por la Naturaleza, lo que algunos llaman biofilia. Me pregunto si observando lo que dibuja un niño a esa edad podríamos predecir qué gustos o preferencias tendrá cuando sea adulto, cuál será su profesión o el tema elegido para un libro si alguna vez decide escribir.
Finalmente, ya con más de 70 años, finalmente me decidí a escribirlo.
«Lo que uno ama en la infancia se queda en el
corazón para siempre»
Jean-Jacques Rousseau