Necesitamos promover un cambio transformador en la forma en que producimos y consumimos alimentos. Necesitamos sistemas alimentarios sostenibles que ofrezcan alimentos saludables y nutritivos, y que a la vez preserven nuestro medio ambiente….
Estas son las conclusiones que se repiten al final de muchas reuniones de expertos internacionales, pero, sin duda más importante, es la opinión y el lema de numerosas organizaciones no gubernamentales y de agricultores, así como de activistas y académicos de prácticamente todos los países. Se trata de un movimiento que viene creciendo.
La alternativa más frecuentemente mencionada es una agricultura basada en los principios de la agroecología. Para la FAO, la agroecología es una disciplina científica, un conjunto de prácticas, pero también un movimiento social. Como ciencia, estudia cómo interactúan los diferentes componentes de un agroecosistema. Como conjunto de prácticas, busca sistemas agrícolas sostenibles que optimicen y estabilicen la producción. Como movimiento social, persigue papeles multifuncionales para la agricultura: producir alimentos sanos para todos, pero además, nutrir la identidad y la cultura, y reforzar la viabilidad económica de las zonas rurales. Es una guía para un desarrollo agrícola sostenible, fundamental para nuestro futuro al preservar nuestros recursos naturales.
La estrategia dominante ha sido, y sigue siendo, aumentar la producción en base a sistemas agrícolas de altos insumos externos que, en muchos casos, si bien generan mayores rendimientos por hectárea, lo hacen a altos costos, frecuentemente con impactos negativos tanto en los suelos y las aguas como en las poblaciones rurales. Esta estrategia no ha sido suficiente para erradicar el hambre y la malnutrición. Una opción que viene ganando adeptos y aparece como un ejemplo a seguir, al menos en numerosas situaciones, es la adopción de los principios de la agroecología, con soluciones viables y adaptables a diferentes situaciones.
Para algunos es necesario abandonar la agricultura intensiva. Parece más realista la opinión de aquellos que proponen una transición más gradual para transitar un camino de menores riesgos considerando la complejidad del problema. La agroecología es una alternativa que propone sustituir insumos externos por conocimiento y manejo racional de los recursos naturales. Seguramente exigirá adaptaciones complejas a diferentes ambientes.
Transformar los sistemas alimentarios para que sean sostenibles exigirá cambios tanto tecnológicos y económicos, como sociales y culturales. También la adopción de políticas públicas de apoyo, por ejemplo, en investigación e innovación. Pero estos obstáculos no deben impedir continuar la transformación.
Muchos expertos insisten que invertir en conocimiento e innovación es fundamental para aprovechar el potencial de la agroecología, que nos lleve por el camino de un desarrollo sostenible que proteja los recursos naturales (suelos, agua, biodiversidad), contribuya a frenar el cambio climático y además produzca alimentos saludables, nutritivos y suficientes para combatir el hambre y la malnutrición. Parece que le pedimos mucho, pero es la forma de pensar en las futuras generaciones.
No será fácil, pero hay razones para ser optimista. Además de los numerosos ejemplos de sistemas agrícolas innovadores que están funcionando por agricultores pioneros, también han habido adelantos importantes en legislación. Más de 30 países, muchos de América Latina, pero también otros como Corea del Sur, China, Costa de Marfil, Austria, Alemania, Dinamarca, Francia, Suiza e Italia, han adoptado ya un marco legislativo, o al menos una serie de reglamentos, para promover la agroecología. Pero aún queda muchísimo por hacer.
FUENTES / ENLACES ÚTILES / MAS INFORMACION
Altieri, Miguel (1999). AGROECOLOGIA: Bases científicas para una agricultura sustentable -- Libro completo
Gliessman, Stephen (2002). AGROECOLOGIA: Procesos ecológicos en agricultura sostenible --- Libro completo
Sarandon, Santiago (2018). AGROECOLOGIA: El camino hacia una agricultura sustentable. --- Libro completo
Stephen Gliessman hablándonos sobre la agroecología (en inglés):
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