Celebración del día de la Pachamama en Salta (Argentina), 1 de agosto del 2022 (Foto: Télam)
Hace pocos días, el primero de agosto, se celebró el día de la Madre Tierra. La devoción por la Tierra, considerada como la madre del universo, es prácticamente universal; ha persistido por generaciones y, con el paso de los años, esta devoción se ha nutrido con innumerables símbolos y múltiples significados. Pero el eje ritual se mantiene y transmite entre generaciones.
Para muchos pueblos la Pachamama es una divinidad omnipresente con el poder de crear y mantener la vida en la Tierra. Como agricultores, esos pueblos veneran a los suelos que los alimentan, pero la Pachamama también incluye el viento, el fuego, el agua y el aire que se respira; está en el centro de su cosmovisión. Quizás el mejor ejemplo sea el de los de la América precolombina.
Pachamama deriva de “Pacha” (del quechua: universo, mundo, lugar), y de “Mama” (madre). Respetar y complacer a la Tierra ha sido una de las tradiciones más populares entre los incas, por ejemplo, y surge de un sentimiento tan poderoso que sobrevivió a la conquista gracias a un sincretismo religioso con el pensamiento occidental. Hoy no es extraño entre los quechuas y los aimaras, que se combine el tradicional culto a la Pachamama con celebraciones de la religión católica.
La tierra les proporciona alimentos, pero también plantas para preparar sus medicinas, y madera para construir casas y sus herramientas, pero ellos reconocen que también hay que nutrirla. En ciertas comunidades andinas aún perdura la costumbre de enterrar una olla de barro llena de comida, hojas de coca, semillas, frutas y chicha. Luego todo se cubre con tierra y piedras convirtiendo el sitio en un centro ceremonial. Hoy también se agregan cigarrillos y botellas de vino a las ofrendas.
Más al sur en el continente, los Mapuches también se reúnen cada agosto para agradecer a la Madre Tierra por velar sobre sus vidas proporcionando alimentos. Allí le piden abundantes cosechas a la Tierra, y para que ella les responda se comprometen a comportarse como verdaderos huéspedes, cuidándola y alimentándola, para que no se interrumpa el ciclo de la vida.
Diezmadas durante la conquista, estas comunidades indígenas aún mantienen las tradiciones y costumbres de sus antepasados. Y no son minorías; son más de 50 millones de personas en América del Sur y Centroamérica que tratan de mantener su cultura.
Abundan las alabanzas a la creadora de la vida. En la canción Viento del Alma, la inolvidable Mercedes Sosa nos dice:
“Yo soy el cielo, la inmensidad
Yo soy la tierra, madre de la eternidad
Soy Pachamama, soy tu verdad
Yo soy el canto, viento de la libertad”
En la agricultura moderna no hay ofrendas a la Tierra; en su lugar se agregan fertilizantes químicos para que produzca una cosecha abundante que pague los gastos y genere buenos ingresos económicos. La racionalidad de estas prácticas dista mucho de la de las tradiciones milenarias. No se persigue mantener a los suelos sanos y vivos sino explotarlos, maximizar la producción persiguiendo ganancias al final de cada ciclo. No importa mucho lo que pueda suceder con la tierra para las futuras generaciones. El suelo se considera simplemente como un cuerpo inerte, repositorio de nutrientes: para una buena cosecha basta agregar N P K (los nutrientes principales), agua, y controlar las plagas.
No quiero dejar en este blog un mensaje ingenuo y políticamente correcto. Pero sí me gustaría señalar que tal vez estamos yendo muy lejos, excediéndonos cuando manejamos nuestros suelos. Es cierto que solo con ofrendas al suelo no vamos a alimentar al mundo (¡ya los pueblos andinos precolombinos agregaban guano a sus tierras!), pero hay otras formas menos agresivas de hacer agricultura, sin sobreexplotar los suelos y contaminarlos. ¡Pobre Pachamama……!
“Hay suficiente en el mundo para satisfacer las necesidades de todos,
pero no para satisfacer su avaricia”
Mahatma Gandhi
FUENTES / ENLACES ÚTILES / MAS INFORMACION
Mónica Alejandra Berón y Juan Carlos Radovich (2013). La "Madre Tierra" y sus cultos. https://www.researchgate.net/publication/263810078_La_Madre_Tierra_y_sus_cultos
Canción a la Madre Tierra por Chayanne (la cantan niños en muchos colegios)
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