Los mejores suelos del planeta han sido los más afectados por los distintos procesos de degradación, especialmente la erosión. Estas imágenes son de actualidad pues vienen de Ucrania (en los titulares hoy por la guerra). Pero el caso de Ucrania no es el único.
Unos suelos llamados Molisoles son considerados los suelos más fértiles del planeta, los que podrían alimentar al mundo entero. Explorando la WWW encontré un mapa confeccionado por el USDA de Estados Unidos donde estos suelos aparecen como manchas ocupando un corredor N-S , el de la región de las “grandes praderas” de América del Norte, las “tierras negras” del este de Europa (en partes de Ucrania, Moldova, Rusia, etc. extendiéndose hasta la China) y los suelos negros de las pampas húmedas de América del Sur. Esta última mancha entra al Uruguay por el litoral oeste.
¡Qué suerte para estos países de poseer las mejores tierras del planeta! ¡Y también, qué responsabilidad el mantenerlas productivas! Lamentablemente, estas tierras son las que se han manejado con una agricultura más intensiva sobre todo luego de la Revolución Industrial y con la transición hacia una economía de mercado.
Los llamados “chernozems” (tierras negras en ruso) de Ucrania central, que cubren más del 60% de su territorio) son un buen ejemplo. Son suelos profundos, con altos contenidos de materia orgánica, alta actividad biológica y muy fértiles. La producción de cereales y papas está entre las más altas de Europa. Ucrania está entre los mayores productores mundiales de remolacha y aceite de girasol. También produce abundante soja. Muchos países europeos importan sus alimentos de Ucrania y los árabes son altamente dependientes. La agricultura de Ucrania se intensificó drásticamente durante el periodo soviético. La ONU ha colocado a Ucrania como uno de los países con alto potencial para el desarrollo de una agricultura sustentable -- noticia demasiado buena para ser verdad. Desafortunadamente, hoy Ucrania está en guerra. Pero, aunque no aparece en los titulares de los noticieros, hay otra guerra oculta, la que está destruyendo sus suelos a tasas aceleradas como lo muestra la imagen. Un reporte de la FAO estima que Ucrania pierde 500 millones de toneladas de suelo anualmente por erosión -- son las capas superiores de los Chernozems, las más fértiles, que van a contaminar los principales ríos (Dnieper, Dniester, Inhul y Donets) con fertilizantes y pesticidas arrastrados por los escurrimientos.
Sin duda, la riqueza de los recursos naturales de Ucrania (gas natural, petróleo, carbón y muchos minerales) son factores que influyen en la situación actual. Quizás también sus fértiles suelos.
La agricultura afectada por la guerra en Ucrania
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