En publicaciones anteriores nos hemos referido a la visión que tienen los artistas plásticos sobre los suelos y como los representan en sus obras. Trajimos a este blog como ejemplos a los campesinos de Vincent van Gogh y François Millet. Pero hay muchos más.
La imagen que encabeza esta publicación es Labourage Nivermais (Arando en el Nivernais), por la artista francesa Rosa Bonheur (1822-1899), quizás no tan conocida como van Gogh, pero sin duda extraordinaria. Sus biógrafos describen cómo una de sus limitaciones intelectuales influyó en su carrera artística. A Rosa le costó mucho aprender a leer, y para ayudarla a memorizar las letras del alfabeto, su madre le pedía que eligiera un animal para cada letra y lo dibujara.
Sorprendentemente su dificultad se convirtió en una oportunidad, ya que la pequeña Rosa desarrolló una intensa atracción por los animales, así como un talento precoz para la pintura.
Los animales se convirtieron en el principal tema de sus obras. Labourage Nivernais es una de sus pinturas más conocidas (hoy en el Museo de Orsay en París). En el lienzo aparecen los campesinos con varias yuntas de bueyes arando un suelo, preparándolo para la siembra. Se trata del “sombrage”, cuando en el Nivernais, antigua provincia en el centro de Francia, se comienza la preparación del suelo en el otoño, abriéndolo con el arado para que se ventile durante el invierno y se siembre en la primavera. El campesino está como escondido detrás de sus animales; los bueyes y la tierra recién arada resaltan en la imagen.
Reconocida como una verdadera obra de arte, también recibió una crítica curiosa: por su atención a los detalles, se ha dicho que Rosa no “creó” sino que “reprodujo la naturaleza”, con los finos detalles de los terrones como ejemplo. Para uno, ignorante de lo artístico pero amante de los suelos, esos detalles fueron los que me llamaron la atención.
Los que hayan tenido la experiencia de guiar un arado a mancera tirado por bueyes o caballos, al observar esta pintura quizás puedan recordar y disfrutar del aroma de la tierra recién arada (Nota: curiosamente los responsables de ese aroma a tierra húmeda, como lo comentamos en “Mira donde pisas” (https://www.elsueloesvida.com/, son unos organismos unicelulares llamado actinomicetos).
Del poema “Aromas de mi infancia” (de María Prieto)
Mi infancia tiene aromas…
del fondo del recuerdo.
Aromas de verano… del trigo y de la paja.
Olores de maceta recién regada.
Aroma de rastrojos oscuros y tiznados.
…
Aromas otoñales…a la tierra mojada.
A los terrones del surco del arado.
…
Del fondo del recuerdo, tiene aromas mi infancia…
"Los olores forman una parte muy poderosa de nuestra memoria, a veces superior a las otras percepciones de nuestros sentidos. Un simple aroma es capaz de hacernos revivir todo un mundo que creíamos olvidado..."
María Prieto
Junio 2014
FUENTES / MAS INFORMACION
Rosa Bonheur, la gran pintora de animales
Rosa Bonheur: Labourage Nivernais
Aromas de mi infancia, por María Prieto
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